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Accidentes de persecución policial en Miami: ¿Tiene usted un caso?

NBC6 emitió un reportaje sobre Joey Serpa esta semana. Joey tenía 21 años cuando su motocicleta fue embestida por una patrulla de Miami-Dade cerca del aeropuerto. La parada de tráfico por falta de matrícula se convirtió en una persecución. La demanda interpuesta por su familia acusa a los agentes de violar su propia política al perseguirlo. Joey estuvo hospitalizado durante meses, se sometió a más de una docena de cirugías y terminó perdiendo ambas piernas.

Es un caso triste. Y también es un buen ejemplo de la pregunta que las familias me hacen habitualmente: «Si la policía causó el accidente, ¿tenemos derecho a presentar una demanda?».

La respuesta no es sencilla, pero veámosla.

Lo que realmente dice la política de Miami-Dade

Miami-Dade tiene una de las políticas de persecución más estrictas de Florida. Los agentes solo pueden perseguir a alguien si creen que cometió o intentó cometer un delito violento (uso o amenaza de uso de la fuerza contra una persona).

Eso es todo.

No se permiten persecuciones por exceso de velocidad.

No se permiten persecuciones ni detenciones de tráfico .

No se permiten persecuciones por etiquetas robadas ni placas faltantes.

Si un agente traspasa esos límites y alguien resulta herido, es culpa del condado. Eso es precisamente lo que argumentan los abogados de Joey en su caso: no se trató de un delito violento, por lo que la persecución nunca debió haber ocurrido.

Cuándo podría tener un caso

Las siguientes son situaciones en las que las víctimas de una persecución policial podrían presentar una reclamación:

  • Se violó la normativa: Si la persecución fue por un delito menor o una infracción de tránsito, eso está fuera de la normativa. Es una oportunidad.
  • Indiferencia temeraria: Aunque técnicamente esté permitido, los agentes no pueden patrullar las calles de forma que demuestre una indiferencia temeraria por la vida. Si su forma de conducir es la causa del accidente, es pertinente.
  • Asuntos de derechos civiles: En ocasiones, como en el caso de Joey, las familias alegan algo más que negligencia: arresto injusto, uso excesivo de la fuerza o denegación del debido proceso. Estas son reclamaciones federales según la ley y pueden acompañar a una demanda por lesiones.
  • Errores de capacitación: Las agencias deben contar con políticas y capacitación por escrito. De no hacerlo, la falta de estas medidas es suficiente para generar responsabilidad.

Cuando probablemente no tengas un caso

Si la persecución fue por un sospechoso de un delito violento (robo a mano armada, robo de vehículo, etc.) y los agentes cumplieron con las políticas, la ley tiende a proteger a la agencia.

Si las acciones del sospechoso sólo causaron el accidente y la policía inició la detención correctamente, las quejas generalmente no se sostienen.

La ley de Florida otorga una enorme inmunidad a las agencias gubernamentales: a menos que pueda probar abusos de políticas o imprudencia, el caso no avanzará.

La gran trampa: los límites de daños de Florida

Supongamos que gana su caso. La ley de Florida aún impone restricciones sobre la cantidad que puede recuperar al presentar una demanda contra una agencia gubernamental. Según el Estatuto de Florida 768.28, el máximo es:

  • $200,000 por persona
  • $300,000 en total por un incidente

Eso deja incluso los casos catastróficos —una persona paralizada, o en el caso de Joey, la pérdida de ambas piernas— con un límite de $200,000 a menos que la Legislatura intervenga con un proyecto de ley especial para reclamaciones. Esto es una realidad indignante para las familias y uno de los mayores obstáculos en estos casos.

Por qué esto es importante

Las persecuciones policiales no se limitan a detener a los delincuentes. Se trata de lograr el equilibrio óptimo de riesgos. La política de Miami-Dade reconoce esta realidad: salvo cuando se enfrentan a presuntos delitos violentos, el peligro de una persecución supera el beneficio. Cuando se traspasa el umbral, los transeúntes inocentes, incluso el sospechoso, acaban pagando el precio final.

Para Joey Serpa, el daño fue irreparable. Para otras familias, ¿saben si tienen derecho a reclamar? Empieza con dos preguntas:

  • ¿ La persecución estaba permitida según la póliza escrita?
  • ¿Los oficiales actuaron de manera imprudente al perseguir el caso?

Si la respuesta es no a cualquiera de las dos, es posible que tenga base para presentar un reclamo.

Palabra final

Estos son casos difíciles, y el Condado los defenderá con firmeza. Pero no son imposibles. Con buenos registros —registros de persecución, llamadas por radio, manuales de políticas y testimonios de testigos presenciales— queda claro cuándo una persecución se pasó de la raya.

Si usted o un ser querido resultó herido durante una persecución policial, ¡llame a Jaime «Sr. 786 Abogado» Suárez para que le paguen!

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