Image1

¿Es este lugar seguro para mi hijo?: Guía de un abogado de lesiones personales para detectar peligros ocultos antes de que sea demasiado tarde

Como abogado especializado en lesiones personales que ha representado a muchas familias tras sufrir lesiones infantiles, seamos sinceros: la mayoría de las lesiones no ocurren como uno esperaría. No siempre se trata de un accidente inesperado ni algo que se prevea. A veces es un perno suelto en un parque infantil. Una baldosa rota en un centro comercial. Una puerta de piscina sin llave.

Pequeñas cosas, que los propietarios que deberían saber más pasan por alto, pueden provocar grandes lesiones en cuerpos pequeños.

Así que, si eres padre, tutor, profesor o incluso un hermano mayor vigilante, esta es la verdad: eres la primera línea de defensa. Por eso he creado esta guía para ayudarte a identificar rápidamente los peligros ocultos que veo en los casos de lesiones personales y qué puedes hacer para evitarlos.

  1. Los parques infantiles no siempre son seguros

Sé que los parques infantiles son lugares donde se forjan recuerdos. Pero también son lugares donde ocurren muchas lesiones.

Qué buscar:

  • Herrajes expuestos: tornillos que sobresalen, pernos rotos o metal oxidado.
  • Superficie desgastada o rota: ¿Ese mantillo o caucho debajo del tobogán? Se supone que amortigua las caídas. Si es delgado, irregular o falta, no cumplirá su función.
  • Pasamanos o escaleras sueltos: Muévalos. Si se mueven demasiado, es una señal de alerta.
  • Espacios entre equipos: Las aberturas que podrían atrapar la cabeza o las extremidades de un niño son peligrosas. (Esto es especialmente común en equipos antiguos).

Qué hacer:

Recorra el área de juegos antes de dejar que su hijo se escape. Si algo no le parece seguro, confíe en su instinto. Infórmeselo al administrador de la propiedad. ¿Y si es un parque público y nadie le hace caso? Tómele una foto y envíela al departamento de parques de su ciudad .

  1. Tenga cuidado con las superficies resbaladizas, especialmente en interiores.

Lugares como centros comerciales, supermercados e incluso el consultorio del pediatra local pueden convertirse en trampas de lesiones cuando los pisos están mojados o desnivelados.

Qué buscar:

  • Pisos recientemente fregados sin señales de advertencia
  • Líquidos derramados (¿jugo del vaso para bebés de otro niño, tal vez?)
  • Tapetes o alfombras que se deslizan o se enrollan en las esquinas
  • Azulejos o transiciones de piso desiguales: estos pueden atrapar un pie pequeño o hacer tropezar a un niño que corre.

Qué hacer:

Si el piso parece sospechoso, vaya más despacio. Tome la mano de su hijo. Avise al personal sobre cualquier derrame. Recuerde que los propietarios deben solucionar estos problemas o, al menos, advertirle.

  1. Piscinas: una bestia completamente diferente

Las piscinas son una de las áreas más reguladas de la legislación sobre instalaciones por una razón: son hermosas, divertidas y mortales cuando se administran mal.

Qué buscar:

  • No se permiten puertas con cierre automático ni cerraduras que no funcionen.
  • No se permiten cercas alrededor de las piscinas en complejos de apartamentos o Airbnb .
  • Cubiertas de piscina resbaladizas y sin superficies de agarre.
  • Tapas de drenaje faltantes: pueden causar atrapamientos por succión (sí, es algo real y es aterrador).

Qué hacer:

Si una piscina no está segura o no se ve bien mantenida, desconfíe. Consulte con la gerencia o el anfitrión sobre las medidas de seguridad. Si algo no le parece bien, no se bañe; ninguna demanda vale la vida de su hijo.

  1. Estacionamientos y zonas de descenso

Estos no son lugares que consideremos “peligrosos”, pero como abogado, he visto una buena cantidad de lesiones en estacionamientos.

Qué buscar:

  • Falta de reductores de velocidad en zonas por donde caminan los niños.
  • No hay ninguna señalización que advierta a los conductores de que deben reducir la velocidad.
  • Esquinas ciegas con setos o estructuras que bloquean la vista.
  • Cruces de peatones descoloridos: los conductores podrían no saber dónde detenerse.

Qué hacer:

Toma la mano de tu hijo siempre. Estaciónate más lejos si eso significa evitar el caos cerca de la entrada. Y no des por sentado que los conductores te ven: haz contacto visual o saluda con la mano antes de cruzar.

  1. Lugares de juego interiores, guarderías y escuelas

Ya sea un parque de trampolines, una guardería o un gimnasio interior, el nivel de cuidado debe ser alto cuando hay niños involucrados.

Qué buscar:

  • Hacinamiento: demasiados niños + muy poco personal = accidentes a punto de ocurrir.
  • Acolchado dañado o superficies expuestas en paredes o estructuras de juego.
  • Juguetes o equipos rotos: ruedas sueltas, plástico agrietado o bordes afilados.
  • Salidas bloqueadas o rutas de emergencia: te sorprendería saber cuántos lugares pasan esto por alto.

Qué hacer:

Observa primero. Pregunta al personal sobre las rutinas de limpieza, los protocolos de primeros auxilios y la proporción de personal. Si sientes que algo no va bien, dilo. No estás actuando como «Karen». Estás actuando como un padre o una madre.

  1. Airbnb , alquileres vacacionales o “casas de amigos”

Bajamos la guardia en los hogares. Pero no todos son seguros para niños , y no todos los anfitriones se toman la responsabilidad en serio.

Qué buscar:

  • Escaleras sin puertas
  • Mesas de cristal o muebles inestables
  • Esquinas afiladas en las encimeras
  • Armarios desbloqueados con artículos de limpieza o medicamentos.
  • Balcones con amplios huecos para barandillas

Qué hacer:

Si viaja, lleve su propio equipo de seguridad para niños (como protectores de enchufes, cerraduras para armarios, etc.). Y pregunte a su anfitrión con antelación si la propiedad es apta para niños . Un pequeño inconveniente ahora puede evitar una visita a urgencias más adelante.

  1. La “negligencia que no se ve”

Esta parte es complicada, porque a veces no se trata de lo que ves sino de lo que falta.

Qué buscar:

  • No se permite la supervisión de un adulto en áreas de alto riesgo, como piscinas, casas inflables o zonas de juegos abiertas.
  • No hay reglas de seguridad publicadas (piense en reglas de la piscina, límites de capacidad o restricciones de edad).
  • Sin cámaras de seguridad ni protocolos de emergencia

Qué hacer:

Pregunte. Pregunte quién supervisa. Pregunte qué sucede si un niño se lastima. Pregunte si los empleados están capacitados en RCP. Pregunte sobre las exenciones de responsabilidad y léalas. No firme a ciegas; esas exenciones no siempre son válidas en el tribunal, pero pueden complicar su caso.

Entonces, ¿cuál es el ángulo legal?

Esta es la verdad que la mayoría de la gente no sabe: los propietarios tienen el deber legal de mantener sus propiedades seguras, especialmente cuando hay niños involucrados.

En Florida, esa obligación aumenta si el niño es invitado legalmente (por ejemplo, a una escuela, guardería o tienda) o si la propiedad contiene una «molestia atractiva» (como una piscina o un trampolín). ¿Y si incumplen esa obligación y su hijo se lastima? Podría presentar una demanda.

Pero mi trabajo no es solo ganar casos. Mi trabajo es prevenirlos.

En resumen: sea “ese padre”

Sí, puede que te sientas como un padre sobreprotector que hace demasiadas preguntas o mira debajo del columpio. Pero esto es lo que les digo a mis clientes:

No estás exagerando. Estás haciendo tu trabajo.

Y si alguna vez algo sale mal, si el descuido del propietario de una propiedad lastima a su hijo, ¡llame hoy a Jaime “Sr. 786 Abogado” Suárez para que le paguen!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *