Apelaciones en Casos de Lesiones Personales
La mayoría de los casos de lesiones personales se resuelven antes del juicio. Sin embargo, algunos casos de lesiones personales son decididos por un jurado en un tribunal de primera instancia. Además, otros casos de lesiones personales se desestiman antes de llegar a juicio por varias razones diferentes. En algunos casos, el abogado del acusado puede convencer al tribunal de que desestime el caso del demandante antes de que un jurado llegue a verlo. Tal vez el demandante base su causa de acción en una nueva teoría legal y el tribunal desestime el caso por no establecer una causa de acción sobre la cual se pueda otorgar una reparación. En otros casos de lesiones personales, la evidencia para el demandante es escasa sobre un tema legal en particular y el tribunal puede decidir otorgar una moción para un juicio sumario que esencialmente termina el caso. Entonces, ¿qué pasa después? El juicio no es necesariamente el final de la historia. En esta publicación de blog, analizaremos las apelaciones en casos de lesiones personales.
¿Cómo funciona el proceso de apelaciones?
En un caso de lesiones personales, la parte perdedora o incluso la parte que gana solo una parte de lo que quería ganar puede apelar el caso ante un tribunal superior. En cada jurisdicción o estado, la parte perdedora al menos tiene derecho a considerar que el caso sea revisado por un tribunal de apelaciones. Los sistemas judiciales más grandes, como los tribunales federales y los de los estados más grandes, tienen dos niveles de tribunales de apelación. El primer nivel es el tribunal de apelaciones intermedio, y generalmente se denomina tribunal de apelaciones en el sistema federal y varios otros nombres en diferentes estados. En Florida, tenemos los tribunales de apelación de distrito y tenemos cinco de ellos. La segunda capa es el tribunal más alto de la jurisdicción o estado, como el Tribunal Supremo de los Estados Unidos o el Tribunal Supremo de Florida. Sin embargo, no todas las partes perdedoras deciden apelar. En algunos casos, el abogado puede decidir que no existe una base suficiente para apelar. En otros casos, es posible que la parte perdedora no pueda o no quiera invertir más dinero en el litigio. Cuando la parte perdedora impugna un caso a través del proceso de apelación, primero debe acudir al tribunal intermedio. Si a la parte perdedora no le agrada el resultado alcanzado en el tribunal de apelación intermedio (Tribunal de Apelación de Distrito de Florida), puede solicitar al tribunal más alto de su sistema federal o estatal que escuche el caso. Una cosa importante a tener en cuenta aquí es que si bien una apelación ante el tribunal intermedio generalmente debe ser escuchada por el tribunal intermedio, no ocurre lo mismo con el siguiente nivel de apelaciones que son discrecionales. Esto significa que el tribunal más alto de su sistema no tiene la obligación de conocer su caso y solo se ocupará del caso en determinadas situaciones. En la Corte Suprema de los Estados Unidos, el procedimiento de pedirle a la corte que escuche la apelación se llama solicitar una orden de certiorari, que es un término latino que significa «estar informado». Este tipo de tribunales solo toman apelaciones cuando el caso plantea un problema legal importante porque existe cierta confusión entre los tribunales inferiores sobre la resolución adecuada del problema legal involucrado. El proceso de apelación no está diseñado para lograr un resultado correcto ni para garantizar un proceso perfecto en el caso. En cambio, intenta equilibrar los valores fundamentales del proceso de litigio. Como tal, los tribunales corregirán los errores en los tribunales inferiores que afecten sustancialmente la equidad del proceso de litigio.
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